Día Mundial de la Leucemia

De una enfermedad temida a una vida posible gracias a la investigación

Cada 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia, una fecha destinada a visibilizar estas enfermedades hematológicas, generar conciencia sobre su impacto en la salud y destacar la importancia de la investigación y el acompañamiento a los pacientes.


Las leucemias son un conjunto de enfermedades que afectan a la médula ósea, el lugar donde se producen las células sanguíneas. En estos casos, un grupo de células comienza a multiplicarse de manera descontrolada, desplazando a las células normales y dificultando el buen funcionamiento del organismo. Esto puede provocar síntomas como cansancio, infecciones frecuentes, sangrados o anemias, entre otros.

Entre los distintos tipos de leucemia se encuentra la Leucemia Mieloide Crónica (LMC), que representa alrededor del 10 al 15 % de los casos. Se caracteriza por la presencia de una alteración genética llamada cromosoma Filadelfia, que da origen a una proteína anómala (BCR-ABL1) responsable de estimular el crecimiento desmedido de las células leucémicas.

En las últimas dos décadas, los tratamientos dirigidos llamados inhibidores de tirosina quinasa (TKIs), como el Imatinib, han transformado el pronóstico de esta enfermedad: hoy en día muchos pacientes logran llevar una vida prácticamente normal. Sin embargo, todavía existen desafíos importantes, como la resistencia a los tratamientos, que afecta a una parte de los pacientes y dificulta el control de la enfermedad a largo plazo.

El Laboratorio de Fisiología y Fisiopatología del Glóbulo Rojo (IHEM, CONICET – UNCuyo), a cargo del investigador Claudio Fader Kaiser, trabaja para entender cómo algunas células leucémicas logran escapar a los efectos de los medicamentos y sobrevivir.

En particular, estudia un proceso natural de las células llamado autofagia, una especie de “reciclaje interno” que les permite resistir en condiciones de estrés. Las células leucémicas pueden activar esta estrategia como un mecanismo de defensa frente a las drogas, lo que favorece la aparición de resistencia.

Nuestro equipo busca encontrar maneras de bloquear este “reciclaje celular”, con la idea de volver a hacer sensibles a los tratamientos a las células que se habían vuelto resistentes. Nuestro objetivo es claro: aportar nuevas herramientas que en el futuro permitan mejorar la calidad de vida de las personas con leucemia y reducir la carga que esta enfermedad impone en pacientes, familias y en el sistema de salud.

En este Día Mundial de la Leucemia, desde el IHEM reafirmamos nuestro compromiso con la ciencia y la sociedad. Cada avance en el laboratorio es un paso más hacia tratamientos más efectivos, más humanos y accesibles.