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Descubren cómo ciertas células del ojo regulan el crecimiento de vasos sanguíneos en la retina

Investigadores del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM-CONICET-UNCUYO) participaron en una publicación científica que revela el papel clave de una proteína llamada galectina-1 en la comunicación entre células del ojo y en el control del crecimiento de vasos sanguíneos. El hallazgo podría tener implicancias en enfermedades como la degeneración macular.


Descubren la función crítica de una proteína en el mantenimiento de la retina y su potencial terapéutico en patologías oculares.

La retina es una parte fundamental del ojo, responsable de captar la luz y permitirnos ver. Detrás de ella, se encuentran dos tejidos de soporte muy importantes: el epitelio pigmentario de la retina (EPR) y la coroides, que aseguran el buen funcionamiento de las células visuales al aportarles oxígeno y nutrientes. Cuando esta interacción se altera, pueden desarrollarse enfermedades visuales graves como la degeneración macular relacionada con la edad, una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores.

En una reciente publicación científica, investigadores del IHEM contribuyeron a comprender mejor cómo las células del EPR y del tejido de sostén (similares al estroma) regulan el crecimiento de vasos sanguíneos en la coroides, un proceso conocido como brotación coroidea.

El artículo

El estudio se centró en el papel de una proteína llamada galectina-1 (Gal1), que actúa como una especie de "mensajera" entre células y que ya había sido identificada como importante en otros procesos del cuerpo, como la formación de vasos sanguíneos.

Los investigadores descubrieron que Gal1 es producida tanto por las células del EPR como por células del estroma y que su presencia modula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, especialmente en situaciones de falta de oxígeno (como ocurre en algunas enfermedades oculares). En condiciones normales, Gal1 es secretada hacia una zona específica de las células, pero cuando hay hipoxia (bajo oxígeno), cambia su dirección de secreción y activa mecanismos que favorecen la brotación vascular.

Además, en modelos experimentales con ratones que no tenían la capacidad de producir Gal1, se observó una reducción del crecimiento de vasos sanguíneos y alteraciones en los tejidos del ojo, lo que refuerza el rol central de esta proteína en el mantenimiento de un entorno saludable en la retina.

Estos hallazgos aportan nuevas pistas sobre cómo se comunican las células en el entorno ocular y abren la posibilidad de diseñar terapias que modulen la actividad de Gal1 para tratar enfermedades en las que el crecimiento anormal de vasos sanguíneos compromete la visión.

Referencia Bibliográfica

  • Título: Stromal-Like Cells and Retinal Pigment Epithelium Modulate Choroidal Sprouting Through Galectin-1-Dependent and Independent Pathways
  • Autores: Magali E. Ridano, Christin Hanke-Gogokhia, Guillermo L. Lehmann, Paulo S. Caceres, Maria V. Vaglienti, Danilo Ceschin, Ryan Schreiner, Diego O. Croci, Carlos Torroja-Fungairiño, Enrique Rodriguez-Boulan, Ignacio Benedicto, Gabriel A. Rabinovich, María C. Sánchez
  • Fecha: 23 May 2025
  • Revista: The FASEB Journal (Federation of American Societies for Experimental Biology (FASEB))
  • DOI: https://doi.org/10.1096/fj.202403181R